Hay un dilema que a María Parra no le importaría nada afrontar...

Domingo, 30 de octubre de 2016
Noticia

El próximo 4 de diciembre acaba la gran final de la Escuela del LPGA Tour. Ese día sabremos qué jugadoras han logrado la tarjeta del circuito americano para la próxima temporada. O lo que es lo mismo, conoceremos quiénes se han ganado el derecho de entrar en la meca del golf femenino, junto a las mejores del mundo.

En esa batalla final tendremos a dos jugadoras andaluzas, Belén Mozo y María Parra. Belén buscará recuperar la tarjeta que ha perdido este año por muy poco, mientras que María persigue ingresar por primera vez en el Olimpo. No obstante, hoy nos centraremos en Parra, a quien el caprichoso destino parece haberle hecho un guiño.

La golfista gaditana, criada entre La Cañada y la academia Siga Sotogrande, está completando una temporada de ensueño. Ni en sus mejores noches de verano podría haber imaginado que todo le iría tan bien en un año siempre tan delicado como el de la transición entre el mundo amateur y el profesional. No es que le haya ido bien, le ha ido mejor.

La semana pasada, mientras disputaba la semifinal de la Escuela del LPGA Tour, recibía la confirmación de que había asegurado la tarjeta del Ladies European Tour. Espectacular. En su primer año, jugando más de media temporada como amateur, compaginando un exigente calendario profesional con el de aficionada, María se metía la tarjeta del principal circuito de Europa en el bolsillo merced a una gran temporada en el LET Access Series, algo así como la segunda división del golf femenino europeo. Ha terminado entre las cinco primeras y eso que no ha podido jugar todos los torneos.

La temporada ya es de sobresaliente, pero ahora María buscará la Matrícula de Honor: la tarjeta del circuito americano. Curiosamente, si lo consigue tendrá que afrontar un delicado y bendito dilema: ¿jugar sólo en Estados Unidos? ¿compaginar ambos circuitos? ¿vivir en Estados Unidos? ¿ir y volver según los torneos? La brava golfista andaluza aún no se lo ha planteado. Si ocurre, ya habrá tiempo de tomar una decisión.

Como decíamos, el caprichoso destino ha querido que ese mismo día 4 de diciembre, el día en el que Parra podría conseguir la tarjeta del LPGA Tour y afrontar el citado dilema, ese mismo día, María cumple 19 años. Si alguna vez buscan en Google el concepto vivir deprisa no se extrañen si les aparece una foto de esta fantástica jugadora andaluza.

María Parra.

Hay un dilema que a María Parra no le importaría nada afrontar...